RETORICA DEL ESPACIO
El lenguaje de lo real ya no puede ser leído de una manera lineal, pensando que un significado responde a un solo significante, sino que debe ser analizado en sus procesos de yuxtaposición de referencias y sentidos. Así, a su vez, este trabajo de reconstrucción por parte del receptor, lo transforma en productor de sentido volviéndolo un proceso infinito y cíclico.
Los sentidos forman capas tectónicas: la arquitectura del museo XUL SOLAR no puede ser entendida como una experiencia lineal.
Ésta yuxtaposición se manifiesta mediante la aplicación de la lógica de lo indeterminado: ranuras e intersticios, se interponen con frecuencia con planos cuyo destino es estar unidos, creando nuevos puntos de observación, y por consiguiente, nuevas perspectivas.
Usando la capacidad de las formas para proponer significados, se produce un continuo desvío de sentido: mediante fugas y visiones sesgadas el pensamiento se abre hacia variados horizontes y referencias textuales. (Generando así un espacio que se explora a sí mismo)
Nos encontramos ante una obra concebida como texto que incluye otros textos: desde los laberintos de Borges, hasta la catedral moderna de Gaudí, pasando por los colages dadaístas y los universos escherianos; Es, ante todo, lenguaje literario, cargado de figuras retóricas.
Es una síntesis tectónica y simbólica de ésta realidad que habla de una identidad como resultado de la suma de muchas identidades: La cultura Latinoamericana.
El museo surge como un ejemplo del impulso latinoamericano de dar tiempo histórico al espacio, de convertirlo en Lugar cargándolo de sentido. Es una poética, un manifiesto sobre la oposición a un punto de partida utópico: es decir, la postura europeísta de la conquista de América, que habla de un comienzo basado en la tabula rasa, en la nada cultural que debe nutrirse de una cultura exógena, cuyo propósito final es resumir los restos de las culturas existentes en una visión totalizadora de la civilización.
A éste movimiento exógeno de las utopías que exportan cultura para colonizar espacios, se les oponen los movimientos ucrónicos, que “reclaman tiempo para su propia consolidación en los espacios que le pertenecen”. [1]
En consecuencia, se genera en la obra la dialéctica utopía/ucronía. Sin embargo esta no debe ser traducida como la oposición entre civilización y barbarie: El caso del museo XUL SOLAR es el de un lenguaje ucrónico progresista y culto, que intenta construir una cultura propia y diferente a la vez, apoyada en la plasticidad de los patrimonios culturales latinoamericanos, lo cual la convierte en genuinamente moderna.
De ahí la posibilidad de inventar/crear una cultura/sociedad a partir de la convivencia de espacio y tiempo. Se intenta cubrir la necesidad de escribir/construir cultura a partir de esta dualidad. El espacio: moderno, tradicional y natural; el tiempo, ambiguo, porque incluye varios tiempos.
Su intención en consecuencia es la de reescribir este mundo latinoamericano por medio de la textualidad; haciéndolo más histórico y por ende, más habitable.
Ambos (espacio y tiempo) son formas que se necesitan mutuamente para lograr una descripción total de la experiencia.
Se produce una reescritura interpretativa de la casa original junto con su contenido textual: lo que eran espacios fijos se convierten en permanentes dilataciones, de la misma manera que lo que eran tiempos cronometrables se convierten en flujos, en experiencias.
Por todo esto el museo resulta capaz de reunir en un mismo plano experiencias diversas que nada tienen de excluyentes ni de jerarquizadas por esto podemos decir que es moderno.
En suma, Beitia genera una arquitectura moderna como sistema de acontecimientos en los que espacio y tiempo están simultáneamente presentes como categorías abiertas, múltiples, no reductivas, como una composición de fuerzas creativas: como arte.
LECTURAS
- Roberto Fernández, Ensayo 10 Cartografías del tiempo, UN del Litoral 2001
- Ignasi de Solà-Morales, Territorios, Barcelona 2003
- Silvia Arango, Poema Paisaje, Summa+ nº3
- Osvaldo Svanascini, Xul Solar, Buenos Aires 1962
- Joseph María Montaner, Modernidad, Vanguardias y Neovanguardias, El Croquis 1995
- Vanguardias Argentinas T.6, Clarín.
[1] Roberto Fernández, Ensayo 10 Cartografías del tiempo, UN del Litoral 2001, p. 324